El I Ching pretende ser una herramienta para ayudar a las personas a comprender y caracterizar las fuerzas de cambio que están ocurriendo en el presente. Mucha gente ha caracterizado el I Ching como una herramienta de adivinación, pero es una herramienta de adivinación.
Los antiguos chinos usaban el ritual I Ching para discernir el estado de las fuerzas naturales y los espíritus ocultos.
En los tiempos modernos, la mejor forma de entender el I Ching es como un juego de reflexión sobre factores ocultos o inconscientes que pueden estar incidiendo en una situación actual. No es una herramienta para predecir el futuro, sino una forma de ver las circunstancias actuales de uno desde una perspectiva diferente y aleatoria en un intento de desbloquear algo de energía creativa.
El Yi Jing es información, en su forma más cruda. Las oraciones en su texto son cortas, concisas y no contienen redundancia. Sin embargo, a menudo es esta redundancia la que nos ayuda a comprender un texto. Este texto desnudo es una de las características más desalentadoras del Yi Jing, ya que su información no da mucho significado. De hecho, el camino que hay que seguir para pasar de la información al significado es largo, y lo esbozaré brevemente aquí.
La cuestión del significado es fundamental para cualquier discusión sobre textos escritos. El significado no es inherente a un texto, se basa en la interpretación del lector. Dado que el texto es estático, no hay negociación directa de significado entre el escritor y el lector.