La formulación de la pregunta:
El I Ching se basa en el principio de las mutaciones. Por eso una pregunta cerrada del tipo "¿Jorge me ama?" no podrá tener nunca una respuesta total. Quizás convenga mejor preguntar: "¿Con qué propósito ha llegado Jorge a mi vida?".
Si queremos consultar el oráculo para tomar una decisión, sería un error preguntar: "¿Debo hacer esto o aquello?"; conviene partir la pregunta en dos: "¿Qué sucederá en mi vida si hago esto?", y luego: "¿Qué viene para mi vida si hago aquello?", y entonces confrontar ambas respuestas.
Es aconsejable consultar el I Ching en los momentos en que necesitamos tomar consciencia de las dinámicas que están moviéndose en nuestra vida, para tomar una decisión rápida pero importante, o también cuando ocurren situaciones inesperadas o extrañas.
La misma pregunta no se puede repetir más de una vez: si parece que la respuesta del I Ching confunde en lugar de aclarar, debemos dejar pasar tres días (72 horas) antes de repetirla.
1. Tome tres monedas con lados claros de 'cara' y 'cruz'.
2. Lance las tres monedas para determinar la naturaleza de la primera línea de su hexagrama.
Será uno de los siguientes cuatro: un yin, un yang, un yin cambiante o un yang cambiante.
3. Grabe los patrones.
Escribe qué línea ha surgido, comenzando tu hexagrama desde abajo. Deberá lanzar las monedas otras cinco veces para completar el proceso.
3 cruces = cambio de yin
2 cruces, 1 cara = Yang
1 cruz, 2 caras = Yin
3 cruces = cambio de Yang
4. Identifica tu hexagrama.
Consulta tu copia del I Ching para identificar cuál de los 64 hexagramas se ha formado. Puede encontrar orientación relevante dentro de .
Nota: Los 64 hexagramas se componen únicamente de líneas yin y yang. Si su hexagrama contiene líneas 'cambiantes', entonces simplemente trate las líneas como líneas regulares yin o yang, por ahora. Las líneas cambiantes representan nuevas posibilidades y profundidad que se explican con más detalle dentro del I Ching.
La sabiduría del I Ching reposa en 64 hexagramas que son el resultado de la convergencia y fusión armónica de los principios de polaridad Yin (femenino-tierra) y Yang (masculino-cielo) presentes en todo el Universo de manera dinámica, no estática, por ello se le llama al I Ching «El Libro de los Cambios o Mutaciones». Estas posibilidades de cambio que puede tener cada hexagrama se representan a través de sus «Líneas Móviles».