El Tarot está considerado el método adivinatorio más antiguo que existe. El Tarot proviene del antiguo Egipto, donde los faraones consultaban habitualmente a sus sacerdotes, que eran los únicos que podían interpretar el complejo simbolismo de los astros.
En el interior de la Gran Pirámide existe un túnel que conduce a través y debajo de las garras de La Esfinge, hasta un templo de iniciación egipcia. En este templo se hallan las tablillas donde están descritas las cartas del Tarot. Constan 108 tablillas, de las cuales sólo se conocen 78 láminas de oro puro con figuras de los Arcanos mayores y menores. El libro se componía de símbolos y jeroglíficos en los que se concretaba la sabiduría de Thot. Las enseñanzas del Libro de Thot se refieren a dos mundos: el oculto y el manifestado.
Thot está considerado el dios de la sabiduría y de la autoridad sobre todos los dioses. Es el registrador y el juez. Estaba representado por una cabeza de Ibis, una pluma y la tablilla de escriba celestial, que anota los pensamientos, palabras y acciones de los hombres y los que pesa en su balanza. En el panteón religioso egipcio pesaba las almas en una balaza, representando así el juicio final de vivos y muertos. También fue el inventor de la escritura, patrón de los escribas, de las artes y de las ciencias. Como dios de la escritura, era el inventor de todas las palabras, del lenguaje articulado. Codificó las ceremonias que transforman a los muertos en espíritus, y sólo los sacerdotes podían tener acceso a este conocimiento. Su poder sobre las palabras le hacía estar al corriente de las fórmulas mágicas y enseñaba las fórmulas capaces de liberar del mal a los que quería conservar con vida. Su nombre es uno de los primeros que aparecen en los monumentos más antiguos. Es el dios lunar de las primeras dinastías, maestro de Cinocéfalo, el mono con cabeza de perro que había en Egipto como símbolo y recuerdo viviente de la tercer Raza-madre. Todo el conocimiento escondido en esos naipes fue mantenido en secreto a lo largo de los siglos por los sacerdotes del antiguo Egipto. Es bien sabido, por otra parte, que las doctrinas ocultas sustentadas por aquellos, sólo eran transmitidas a los iniciados, es decir, a quienes luego de atravesar y aprobar diferentes ordalías, demostraban ser dignos depositarios de la verdad de Thot. Esas inscripciones extrañas son las portadoras de una verdad parcelada que llega hasta nuestros días, con interpretaciones muy diversas