La carta de La Rueda de la Fortuna simboliza los ciclos de la vida, el cambio constante y la noción de destino. Representa la comprensión de que la vida está hecha de altibajos y revela la naturaleza fluctuante de nuestra existencia. Esta carta sugiere que el cambio es inminente y que debemos aprender a adaptarnos a las nuevas circunstancias. A menudo, La Rueda de la Fortuna indica que la fortuna está de tu lado y que estás a punto de entrar en una fase de positiva transformación o que debes prepararte para un cambio inesperado.
El Diablo en el Tarot está asociado con el materialismo, la tentación y la esclavitud a cosas que no nos sirven en nuestro más alto bien. Esta carta puede señalar una dependencia excesiva de los placeres terrenales o señalar una relación con algo o alguien que es dañino o limitante. A menudo habla de un ciclo de comportamiento autodestructivo o adicción. El Diablo nos invita a enfrentar nuestras sombras y reconoce la importancia de cortar las cadenas que nos detienen para avanzar positivamente en la vida.
El Mundo representa la culminación, la realización y el éxito. Es la carta de la completitud y el logro, y simboliza la integración de todas las cosas para formar un todo armonioso. Habla de viajes, tanto físicos como espirituales, que han llegado a una conclusión satisfactoria y de ciclos que se han cerrado de manera exitosa. El Mundo nos señala que hemos alcanzado un nivel de entendimiento y equilibrio que nos permite sentirnos completos y agradecidos por lo que hemos experimentado y logrado.
Cuando estas tres cartas aparecen juntas en una lectura, estamos mirando un mensaje poderoso sobre el ciclo de la vida y las influencias exteriores que impactan nuestro viaje.
La presencia de La Rueda de la Fortuna sugiere que hay fuerzas importantes en el trabajo que están impulsando el cambio. Esto podría ser el inicio de una nueva fase en la vida del consultante, una que promete progreso después de un período de estancamiento, pero solo si el consultante está dispuesto a aceptar y adaptarse a estos cambios.
El Diablo en esta secuencia nos habla de las ataduras que aún nos retienen y que podrían impedir la toma completa de las oportunidades presentadas por la Rueda de la Fortuna. Las cadenas podrían ser hábitos, relaciones o creencias limitantes que deben ser reconocidas y confrontadas antes de que se pueda pasar a la completitud representada por El Mundo.
El Mundo, siguiendo a estas cartas, ilustra la visión de lo que viene después de que los obstáculos son superados y las lecciones aprendidas. Se predice un período de éxito y satisfacción, indicando que una vez que se superen las pruebas presentadas por El Diablo, el resultado será un ciclo completo y un nuevo nivel de comprensión y logros.
En resumen, esta combinación nos habla de oportunidades de cambio y transformación que se encuentran disponibles para nosotros, los desafíos que nos impiden aprovechar al máximo estas oportunidades y la promesa de realización y plenitud una vez que hayamos trabajado a través de nuestras limitaciones personales. La lectura anima al consultante a ser adaptable, enfrentar sus sombras y trabajar hacia el cierre y la realización, lo cual resultará en una sensación de completitud y éxito.