La carta de La Justicia, que corresponde al número XI en los arcanos mayores del Tarot, simboliza el equilibrio, la verdad y la ley. Al aparecer en una lectura, La Justicia implica la necesidad de ponderación y reflexión antes de tomar decisiones importantes. Esta carta sugiere que es esencial considerar todas las perspectivas y actuar con imparcialidad y ética. También nos habla de la importancia de ser honestos con nosotros mismos y con los demás, buscando siempre la armonía y la equidad.
La Torre, marcada con el número XVI en los arcanos mayores, representa un cambio drástico y abrupto. A menudo se asocia con revelaciones sorprendentes y la destrucción de estructuras obsoletas. La aparición de La Torre puede indicar que estás a punto de experimentar una transformación radical que destruye tus ilusiones y te obliga a enfrentarte a la realidad tal como es. Aunque puede resultar desconcertante, esta carta también asegura que este colapso es necesario para construir algo nuevo y más fuerte sobre bases más sólidas.
El Sol, con el número XIX de los arcanos mayores, es una de las cartas más positivas y alegres del Tarot. Representa éxito, vitalidad, y felicidad. Su presencia en una tirada es un buen augurio, simbolizando claridad, energía y entusiasmo. El Sol promete un periodo de luz en la vida del consultante, donde las cosas tienden a resolverse favorablemente y en donde la verdad y la conciencia se manifiestan con plenitud y calidez.
Cuando La Justicia, La Torre y El Sol se presentan juntas en una tirada de Tarot, estamos observando una narrativa poderosa de transformación y redención. Esta combinación sugiere que un evento inesperado y posiblemente disruptivo, simbolizado por La Torre, trae consigo una gran lección de equidad y moralidad, relacionada con La Justicia. Es el universo ajustando las cuentas y permitiendo que la verdad aflore, no sin antes desarmar estructuras débiles y revelar aquello que estaba oculto o en desequilibrio.
La presencia de El Sol al final de la secuencia es especialmente alentadora, ya que nos indica que después de la prueba y la tribulación, la recompensa es la luz y la abundancia. El proceso será sanador y liberador, terminando en un desenlace feliz donde la claridad y la honestidad triunfan, guiando al consultante hacia un futuro brillante. La justicia puede verse como el equilibrio restaurado, La Torre como el catalizador necesario para la renovación, y El Sol como la nueva realidad llena de esperanza y alegría por vivir.
Esta combinación es un recordatorio poderoso de que las crisis pueden ser oportunidades disfrazadas para crecer y renovarse. Las bases deben ser purgadas de iniquidades para permitir que una nueva era de transparencia y felicidad sea posible. Es un ciclo de destrucción y reconstrucción donde la verdad moral y la luz del sol son tus aliados en la marcha hacia un futuro promisorio.