La Justicia, como una de las cartas arquetípicas del Tarot, encarna el equilibrio, la imparcialidad, y la verdad. Representa la necesidad de un juicio claro y la búsqueda de la honestidad. Es la carta número VIII en los Arcanos Mayores y simboliza la importancia de las decisiones ponderadas y de enfrentarse a las consecuencias de nuestros actos. En una lectura, La Justicia puede indicar que es necesario tomar decisiones basadas en principios y rectitud, y que uno cosechará lo que ha sembrado.
La Rueda de la Fortuna, marcada con el número X en los Arcanos Mayores, es un símbolo poderoso del destino y el cambio. Esta carta significa ciclos, evolución y movimiento, sugiriendo que la vida está en constante fluctuación. Puede referirse a eventos inesperados, giros de suerte, o a la naturaleza cambiante de la fortuna. En una lectura de Tarot, La Rueda de la Fortuna a menudo representa oportunidades que llegan de manera abrupta y la necesidad de adaptarse a los caprichos del destino.
La Estrella es la carta número XVII de los Arcanos Mayores y es una mensajera de esperanza, inspiración y serenidad. Irradia energías curativas y representa armonía, fe y renovación espiritual. La Estrella sugiere la presencia de tranquilidad después de una tormenta y la confianza en un futuro mejor. En una lectura de Tarot, esta carta es usualmente señal de que es momento de confiar en el flujo del universo y mantener una perspectiva positiva frente a los desafíos que puedan presentarse.
Cuando La Justicia, La Rueda de la Fortuna y La Estrella aparecen juntas en una lectura de Tarot, la combinación lleva un mensaje potente. Este trío de cartas puede indicar que uno está entrando en un periodo de equilibrio kármico, donde las decisiones pasadas y las acciones actuales convergen para crear un nuevo futuro.
Esta combinación invita a la reflexión sobre la justicia y el equilibrio que La Justicia requiere, matizado por la aceptación de cambios y ciclos naturales que indica La Rueda de la Fortuna. Juntas, estas dos cartas nos recuerdan que, mientras trabajamos para mantener nuestra integridad y equidad, debemos también estar preparados para las vueltas imprevistas que puede ofrecernos la vida.
La Estrella entra como un faro de esperanza en medio de estos ciclos y cambios, recordándonos mantener la fe y la perspectiva positiva independientemente de las circunstancias. Sugiere que la iluminación y la guía están disponibles para nosotros, incluso en los tiempos más oscuros, y que hay un hilo de destino que nos guía hacia un futuro prometedor.
En conjunto, estas cartas aconsejan mantenerse centrado y justo, estar abierto a cambios inesperados, y tener fe en que las cosas finalmente se resolverán de manera positiva. Puede ser un recordatorio de que uno está en un camino de crecimiento espiritual y de alineación con el poder superior del universo, donde la justicia y la serenidad prevalecerán.