La carta de La Justicia, numerada como el arcano número XI en el Tarot, refleja el concepto de karma y el principio de causa y efecto, simbolizando el balance y la objetividad. Representa la necesidad de ser justos y equitativos, recordándonos que nuestras acciones tienen consecuencias y que debemos asumirlas. Esta carta sugiere que una decisión importante está por ser tomada, y que se debe proceder con honestidad e integridad. La Justicia nos invita a buscar la verdad y a mantenernos imparciales, al tiempo que enfatiza la importancia de encontrar el equilibrio adecuado en nuestras vidas.
La Estrella es el arcano número XVII, y aparece en nuestras lecturas como un faro de esperanza y optimismo. Esta carta simboliza la claridad de visión y la conexión espiritual, ofreciendo serenidad y bienestar. Representa renovación y curación, señalando un periodo de tranquilidad después de haber enfrentado tiempos tumultuosos. La Estrella nos asegura que tenemos la guía y la inspiración necesarias para seguir adelante, y que debemos mantener la fe en el universo y en nosotros mismos para alcanzar los sueños y aspiraciones que albergamos.
El Mundo es la carta número XXI y última de los arcanos mayores, simbolizando la culminación exitosa de un ciclo y el inicio de uno nuevo. Representa la realización y el logro, indicando que hemos llegado a un estado de comprensión y armonía completo. Esta carta augura la conclusión satisfactoria de proyectos y señala un periodo de celebración y reconocimiento. El Mundo nos habla de unión y universalidad, ofreciendo un mensaje de totalidad y de comprensión de nuestro lugar dentro del entramado más amplio de la vida.
Cuando La Justicia, La Estrella y El Mundo aparecen juntas en una lectura de Tarot, el mensaje es potente y positivo. Esta combinación sugiere una fase en la vida del consultante caracterizada por un gran equilibrio y armonía, así como por la promesa de nuevos comienzos llenos de esperanza y posibilidades.
El arcano de La Justicia indica que todas las decisiones tomadas en el pasado han sido, o serán, evaluadas con equidad, permitiendo así que la persona reciba las recompensas o lecciones necesarias para su crecimiento. Por otro lado, La Estrella aporta una dosis de inspiración y confianza, infundiéndole al consultante la esperanza y la fe necesarias para avanzar en el camino elegido. Finalmente, El Mundo corona el conjunto como una promesa de éxito y de realización personal, sugiriendo que todos los esfuerzos previos están a punto de manifestarse en una recompensa tangible y satisfactoria.
En resumen, este trío arquetípico de cartas promete la rectitud y justa resolución de asuntos, seguido por un tiempo de recuperación y esperanza que inevitablemente conduce a un final feliz y a la celebración del cumplimiento de las metas personales. Es el ciclo kármico que viene a su conclusión, dotando al individuo de una sensación de integridad y de pertenencia al todo universal. El mensaje es claro: mantén la fe y la integridad, sigue trabajando hacia tus objetivos y confía en que el universo conspirará para ayudarte a alcanzar la plenitud y la realización en todas las esferas de tu existencia.