La Justicia es la carta número XI dentro de los Arcanos Mayores del Tarot y representa la equidad, la verdad y la ley del karma. Esta poderosa carta simboliza la necesidad de decisiones equilibradas y la búsqueda de la verdad, impulsando al consultante hacia la introspección y evaluación de sus propias acciones. La Justicia se asocia con la objetividad, la imparcialidad y la capacidad de asumir las consecuencias de los actos.
El Ermitaño es la carta número IX en los Arcanos Mayores, encarnando la sabiduría interior, la introspección y el aislamiento voluntario para encontrar respuestas. Representa un periodo de reflexión solitaria, donde el foco está en la guía interior y la contemplación. La luz de su linterna simboliza la iluminación y la sabiduría que se adquiere a través de la experiencia y el autoconocimiento.
La Fuerza, marcada con el número VIII en los Arcanos Mayores, simboliza la valentía, la determinación y el control sobre las pasiones y los instintos más primitivos. Esta carta sugiere que el consultante posee la fortaleza emocional e interna necesaria para superar los obstáculos y los desafíos. La Fuerza indica la habilidad para enfrentar los miedos con compasión y dominio propio.
Cuando La Justicia, El Ermitaño y La Fuerza aparecen juntas en una lectura de Tarot, nos encontramos ante un mensaje profundo sobre la búsqueda del equilibrio interior y el autodescubrimiento.
Estas cartas, al unísono, hablan de una fase de vida donde el consultante se ve impulsado a un juicio claro y objetivo de su vida personal y sus acciones pasadas (La Justicia). Esto puede llevar a un periodo de introspección (El Ermitaño), en el cual una profunda reflexión se hace necesaria para comprender las lecciones kármicas y crecer espiritualmente.
A su vez, La Fuerza añade un elemento de coraje y control interior. Nos indica que el consultante tiene la fortaleza emocional necesaria para enfrentar las verdades que pueda descubrir durante su introspección y para permanecer fiel a sus principios morales.
La combinación de estas cartas sugiere que el individuo está en un proceso de equilibrio entre la mente, el espíritu y las emociones. La Justicia implica que es momento de actuar con integridad y responsabilidad; El Ermitaño indica que la sabiduría integral se encuentra dentro de uno mismo y requiere silencio y contemplación para ser revelada; y La Fuerza asegura que el consultante puede manejar las tensiones internas y externas con valentía y autocontrol.
Este trío de cartas es una poderosa llamada a la autorreflexión y al compromiso con el crecimiento personal. La lectura invita a vivir con una consciencia más profunda de nuestras decisiones y de las fuerzas internas y externas que nos impulsan, recordándonos que, a través del equilibrio y la fuerza interior, podemos alcanzar tanto la justicia como la sabiduría en nuestras vidas.