El Mago es la carta número uno en el Tarot, simbolizando el principio de la manifestación y la habilidad de convertir los pensamientos e intenciones en realidades tangibles. Esta carta está asociada con el potencial infinito y las oportunidades que están al alcance de uno si utiliza su voluntad, destrezas y recursos con inteligencia y confianza. El Mago nos recuerda que tenemos el poder de influir en nuestro entorno y dar forma a nuestras vidas mediante la acción consciente.
La Fuerza, representada por el número ocho, es una carta que encarna la fortaleza interior, el coraje y la compasión. No se trata de la fuerza bruta, sino de la capacidad de enfrentar los desafíos con autocontrol y determinación suave, manteniendo la calma y la serenidad incluso ante la adversidad. La Fuerza también indica una armonización entre los instintos básicos y el espíritu superior, simbolizada a menudo por una mujer que sujeta o cierra la boca de un león.
El Colgado es la carta número doce y refleja un estado de suspensión y sacrificio. A menudo simboliza un periodo de introspección, donde una pausa y la contemplación son necesarias para ganar perspectiva y sabiduría. Representa un sacrificio voluntario, dejar ir ciertos aspectos o creencias para alcanzar un entendimiento más profundo. A pesar de su apariencia de inmovilidad, El Colgado es también una señal de transformación inminente y de la liberación que surge al ver las cosas desde un ángulo diferente.
Cuando El Mago, La Fuerza y El Colgado aparecen juntos en una lectura de tarot, podemos interpretar un potente mensaje sobre la alquimia personal y el crecimiento espiritual:
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En resumen, la secuencia del Mago, la Fuerza y el Colgado refleja un viaje que comienza con la habilidad de manifestar y actuar (El Mago), se fortalece a través de la confrontación interna y la paciencia (La Fuerza), y finalmente llega a un punto de rendición y transformación espiritual (El Colgado). Este camino puede implicar retos y pruebas de fe, pero también promete un crecimiento personal profundo y una comprensión más profunda de nuestro propósito y de cómo nuestras acciones y creencias moldean nuestra realidad.