La carta del Mago en el Tarot simboliza el inicio, la habilidad para canalizar las fuerzas del universo y hacer realidad las ideas. El Mago está asociado con el número uno, lo que representa la unidad de mente y propósito y el poder personal. La aparición de esta carta es indicativa de que el consultante posee los recursos necesarios para alcanzar sus metas. Representa habilidad, destreza y la capacidad de convertir situaciones a su favor mediante el uso inteligente de sus talentos y conocimientos.
La Emperatriz, marcada por el número tres en el Tarot, es una poderosa representación de la fertilidad, la creatividad y la abundancia. Ella invita al crecimiento y a la conexión con la naturaleza y los aspectos más sensibles y cuidadores del ser. A menudo asociada con Venus, la diosa del amor y la belleza, La Emperatriz sugiere un periodo de gran productividad emocional e intelectual. Cuando aparece en una lectura, sugiere que el consultante estará rodeado de energías positivas que promueven una abundante cosecha en todas las áreas de la vida.
El Colgado presenta una intrigante paradoja en el Tarot, indicada por el número doce, es una carta de inversión de valores y perspectiva. Aunque puede sugerir un sacrificio o un periodo de estancamiento, también lleva el significado más profundo de la iluminación espiritual y la comprensión adquirida a través de la experiencia. El Colgado invita a la reflexión, al desapego y a la consideración de aquellos aspectos de la vida que pueden necesitar ser sacrificados para lograr un mayor bienestar o comprensión espiritual.
Cuando El Mago, La Emperatriz y El Colgado se presentan juntos en una lectura de Tarot, se fusionan para ofrecer un poderoso mensaje de transformación y evolución consciente.
La secuencia puede indicar que el consultante tiene a su disposición todos los recursos y habilidades necesarios para poner en marcha sus proyectos (El Mago). La Emperatriz nos habla del florecer de estas ideas, de darles vida y nutrirlas, lo que sugiere un período de gran abundancia creativa y posibilidades prácticamente ilimitadas.
Sin embargo, El Colgado introduce una nota importante de precaución y profundización. Antes de lanzarse a la acción, se aconseja tomar tiempo para la reflexión, tal vez repensando planes y sacrificando aquellas ideas o aspectos de la vida que ya no sirven al propósito final.
Esta amalgama de cartas aconseja mirar las situaciones desde un ángulo diferente y reconocer la importancia de una pausa que puede ser necesaria para la correcta gestación y maduración de los proyectos. En la práctica, esto podría significar que, mientras el consultante se encuentra en un momento fértil para la creación y expresión (La Emperatriz), también está llamado a aceptar y entender el valor de posibles retrasos o aparentes retrocesos (El Colgado) para lograr un avance auténtico.
Esta combinación de cartas en conjunto, por tanto, habla de la necesidad de sinergia entre la acción consciente y la pausa reflexiva para lograr la auto-realización. Asegura al consultante que es capaz de manifestar sus deseos pero que debe hacerlo con sabiduría, paciencia y comprensión de los ritmos de la vida. La creatividad y la iluminación están al alcance si se equilibra la acción con la contemplación.