El Diablo es la carta número XV del Tarot y generalmente representa la confrontación con nuestro lado sombrío y las ataduras que nos impiden evolucionar. Esta carta nos habla de dependencias, tentaciones y estar encadenados a situaciones que nos limitan. Es una carta intensa que sugiere la necesidad de reconocer y superar las restricciones internas o externas, para alcanzar la plena libertad de acción y pensamiento.
La Estrella, que se posiciona como el arcano número XVII, simboliza la esperanza, la renovación y la inspiración espiritual. Esta carta es un aliento positivo y denota una fase de tranquilidad y optimismo después de tiempos turbulentos. La Estrella nos insta a mantener la fe y confiar en que el universo nos guiará hacia un camino de curación y regeneración.
El Sol es la carta número XIX del Tarot y representa la alegría, el éxito y la claridad. Es una de las cartas más positivas del mazo, indicando momentos de realización personal, felicidad y una visión clara de la vida. El Sol nos asegura que después de la oscuridad siempre llega la luz, favoreciendo la confianza en nuestras capacidades y en el éxito que está por llegar.
Cuando El Diablo, La Estrella y El Sol aparecen juntas en una lectura, nos hablan de un poderoso viaje de transformación personal y espiritual. Este trío nos puede estar indicando que estamos en un momento de transición importante, donde estamos siendo invitados a dejar atrás las ataduras nocivas para poder avanzar hacia un futuro prometedor y brillante.
La secuencia inicia con El Diablo, que resalta nuestras ataduras y los aspectos de la vida en los que estamos limitados o reprimidos, ya sea por miedos, adicciones o estructuras obsoletas. Esta carta nos advierte que debemos enfrentar estos obstáculos para avanzar.
Luego entra La Estrella como un bálsamo reconfortante, ofreciéndonos esperanza y una luz al final del túnel para superar esos obstáculos. Sugiere que una vez que hayamos enfrentado nuestros miedos y comprendido las lecciones que El Diablo presenta, encontraremos una nueva perspectiva llena de esperanza, inspiración y una sensación de propósito renovado.
Finalmente, El Sol nos asegura que al superar las pruebas y aprender a liberarnos de las cadenas, encontraremos la alegría y el éxito. Refleja la culminación del viaje con una celebración de nuestros logros y un augurio de una fase de vida caracterizada por la plenitud, el reconocimiento y la felicidad genuina.
El mensaje combinado de estas tres cartas es poderoso y transformador. Nos habla de salir del lado oscuro de El Diablo con la guía y promesa de La Estrella, para finalmente llegar a la plenitud y reconocimiento que El Sol nos promete. Es un camino de evolución personal donde las lecciones duras y las realidades enfrentadas nos llevan a un estado de mayor conciencia, felicidad y éxito.