El Colgado en el Tarot es la carta número XII del arcano mayor y simboliza la pausa, el sacrificio y la perspectiva. En la imagen tradicional del tarot Rider-Waite, muestra a una persona suspendida de un pie y atada a una cruz de madera, sugiriendo una fase de introspección y contemplación. Representa también el acto de desprendernos de materialismos o pensamientos convencionales, invitando a la consideración de nuevos puntos de vista y paradigmas.
La carta de La Torre es la número XVI del arcano mayor y es una de las cartas más impactantes del Tarot. Representa transformación radical, destrucción y revelación. La imagen usualmente muestra una torre golpeada por un rayo, con personas cayendo al vacío, simbolizando una sacudida súbita que rompe estructuras y creencias establecidas. Es una carta que anuncia liberación de lo viejo para dar paso a una reconstrucción necesaria.
El Sol es la carta número XIX del arcano mayor y refleja felicidad, éxito, vitalidad y alegría. La ilustración típica muestra el sol irradiando su luz y energía, frecuentemente con un niño montando un caballo blanco en una actitud de júbilo y libertad. El Sol es un presagio positivo de claridad, verdad y confianza en uno mismo. Sugiere que después de la oscuridad, viene la luz, la realización personal y el logro de objetivos.
Cuando El Colgado, La Torre y El Sol se presentan juntas en una lectura de Tarot, el mensaje es poderoso y complejo. Esta combinación sugiere un viaje de transformación intenso y profundo que llevará a una iluminación y un éxito final.
Comenzamos con El Colgado, donde se nos llama a pausar y reconsiderar nuestra situación actual desde una nueva perspectiva. Esta fase de introspección nos prepara para el impacto inminente que La Torre trae consigo. Aquí, las estructuras de nuestras vidas se ven desafiadas y posiblemente destruidas, creando la oportunidad para un cambio necesario.
La Torre no sólo demuele lo que ya no nos sirve, sino que también despeja el camino para una nueva construcción. Este cambio dramático nos exige adaptabilidad y disposición para dejar atrás lo antiguo para que podamos abrazar una nueva realidad.
Finalmente, llega El Sol con su promesa de éxito y claridad. Después de haber pasado por la invocación a la reflexión de El Colgado y la catarsis de La Torre, El Sol nos asegura que hay luz al final del túnel y que la transformación que hemos experimentado nos conducirá a la alegría y al cumplimiento de nuestras metas.
En conjunto, estas tres cartas hablan de un ciclo de vida donde la transformación es inevitable y necesaria para nuestro crecimiento. Nos enseñan que aunque los tiempos difíciles pueden ser desalentadores, hay siempre la posibilidad de renacer en una luz más brillante y triunfante. Esta alineación de cartas nos asegura que con paciencia, introspección y aceptación del cambio, podremos situarnos en un lugar de poder y alegría, totalmente rejuvenecidos y listos para disfrutar de los frutos de nuestro trabajo y resiliencia.